Académicos y periodistas cuestionaron duramente hoy, durante un panel en Rayuela Radio, la labor de la Superintendencia de información y Comunicación (Supercom), a propósito del primer año de gestión de Carlos Ochoa al frente del organismo. La Supercom fue creada con la Ley de Comunicación, normativa vigente desde junio de 2013.
Para Marco Villaruel, catedrático de la Universidad Central del Ecuador, la Supercom no cumplió con el discurso oficial de mejorar la calidad de los medios de comunicación y consideró que “este aniversario no es un hecho dichoso para la democracia del país, menos aún con los previstos defensores (de las audiencias) y las reformas”.
Juan Manuel Yépez, editor general de Diario Extra, aseguró que la Superintendencia se caracteriza por contradecir e irrespetar la Ley de Comunicación “en el sentido en el que el Superintendente ha actuado como comisario contra los medios privados”.
Xavier Bonilla, caricaturista político, coincidió con este criterio al analizar la sanción que recibió El Universo por sus caricaturas, y afirmó que en su caso “la resolución del juez contradecía la Ley en aspectos como la censura previa”.
Yépez y Villarruel afirmaron que la aplicación de la Ley con los medios del Gobierno no se cumple. Como ejemplo citó que la Supercom no ha pedido rectificaciones a Gama TV a pesar de que el canal emite contenido discriminatorio, según un informe de la misma Superintendencia, dijo el periodista.
“En este año las libertades no han mejorado con la Superintendencia”, afirmó Villarruel, pues consideró que “el derecho a la comunicación ha sido borrada en la práctica” y que la Ley de Comunicación forma parte de un sistema de autocensura y que Ecuador vive un estado de propaganda.
Bonilla agregó: “La Supercom maneja los casos con subjetividad al juzgar y los dueños de la interpretación son los que manejan la Superintendencia y el Gobierno”. Esto, a su criterio, impulsa la autocensura de los medios.